En el marco del proyecto EXTREME-FUN, estamos investigando cómo la producción primaria bentónica, la biomasa de microfitobentos y la cantidad de carbono que se entierra o exporta del sistema varía a lo largo del año, y en diferentes puntos de la Bahía de Cádiz.
¿Cómo lo hacemos?
Utilizando una zodiac, que nos permite acceder a zonas poco profundas y de difícil acceso, recogemos 25 testigos de sedimento distribuidos por toda la Bahía y 15 más distribuidos en cada una de dos zonas opuestas con características diferentes (una arenosa, otra fangosa), lo que permite obtener una mayor resolución espacial.
Para escalar los datos obtenidos a una mayor resolución espacial, volamos al mismo tiempo drones equipados con cámaras multiespectrales y térmicas y coordinamos el muestreo con el paso del satélite SENTINEL 2.
Una vez finalizado el muestreo, transportamos todos los testigos de sedimento al laboratorio y medimos diversas variables biogeoquímicas como flujos de oxígeno, reflectancia, clorofila, tamaño de grano, etc.
¿Por qué lo estamos realizando?
Para estimar el efecto de eventos extremos, como olas de calor y tormentas, cada vez más frecuentes e intensos, sobre la biogeoquímica de los sedimentos intermareales, es esencial conocer las condiciones de base en la Bahía. Por lo tanto, este muestreo pretende incrementar los datos disponibles, permitiendo aumentar a escala a través de la detección, antes de estudiar los eventos extremos.
By : Sandra Rizzo Calderon